Nadie sabe exactamente cómo la homosexualidad entró en la historia. Yo imagino que las prácticas relacionadas con la atracción erótica entre personas del mismo género han estado presentes desde la aparición de la humanidad. Los registros más antiguos de conducta homosexual parecen encontrarse en las prácticas religiosas paganas de la antigüedad, en las que algunos paganos incluían prácticas homosexuales hacia el culto de determinados dioses. No sé muy bien si el uso de estas prácticas se debía a que la homosexualidad era algo habitual en sus sociedades o si fue el culto el que introdujo las prácticas homosexuales en la sociedad. Es algo imposible de determinar, aunque algunas interpretaciones de las escrituras defienden esta última versión.
Del Medio Oriente a la Grecia antigua
Cuando el politeísmo, el culto a muchos dioses, dominaba la Tierra, los dioses podían ser tanto varones como hembras. No eran considerados como dioses infalibles o todopoderosos como el concepto cristiano de Dios. A menudo eran muy parecidos a las personas, con deseos individuales y capaces de equivocarse. Se creía que los dioses tenían sexo entre sí y que procreaban. Quienes practicaban estas religiones con frecuencia sentían que la ira de los dioses tenía que ser aplacada para que la tribu sobreviviera.
Probablemente las prácticas adicionales homosexuales se volvieron parte del culto politeísta como sucesores de la masturbación. La evidencia sugiere que, para facilitar la masturbación, los sacerdotes paganos estimulaban oralmente a los fieles en los cultos antiguos del Oriente Medio. Esto debido a que se creía que al tener sexo con un dios, atraía a la fertilidad y también se creía que si un hombre aportaba su semen a un Dios, la fertilidad se multiplicaría aún más. Por eso, cuando un hombre penetraba a otro hombre en el altar, al verter su semen agregaba más poder masculino a los dioses.
Esta práctica no solo formaba parte del culto pagano, sino que también era un medio de ganar dinero para el templo.
La homosexualidad no se quedó en el Oriente Medio sino que siguió avanzando y llegó hasta Grecia, que es la cultura que aceptó más la homosexualidad. Pero aún cuando era aceptada por los griegos, representaba un problema mayor, ya que aunque ellos reconocían la atracción y la pasión erótica por ambos sexos, no eran tolerantes con aquellos que no sentían pasión por las mujeres.
Cambiar la homofobia y aceptar las diferencias
En la actualidad, en Venezuela, así como en otros países de Latino América Europa, existe una tremenda dicotomía respecto al tema de la homosexualidad. Por una parte, la mayoría de los políticos liberales apoyan las leyes que brindan soporte a la comunidad gay, al menos en teoría.
Hay una aceptación creciente de la homosexualidad, apoyado en un gran giro en la educación que muestra a la homosexualidad como un estilo de vida válido. Aunque, por su parte, la mayoría de los activistas homosexuales nieguen que la homosexualidad sea una alternativa, pues creen que la preferencia sexual no es algo que se elige.
A algunos por la histeria del SIDA y por odio hacia esta comunidad son capaces de cometer crímenes. A diario personas con tendencia gay son asesinadas por personas que no entienden sus preferencias y que ven la homosexualidad como un acto abominable e incapaz de ser aceptado.
Esta es la realidad del día a día, aunque Dios solo creo dos sexos para que se unieran y así ampliar más la raza humana, existen personas que se sienten atraídas por otra persona de su mismo sexo creando entre ellos una conexión igual que la de cualquier pareja heterosexual. Es por ello que no se debe juzgar a la comunidad homosexual, porque al fin y al cabo son seres humanos iguales que nosotros solo que con un gusto y estilo de vida diferente, ejerciendo su derecho al libre pensamiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario