domingo, 7 de noviembre de 2010

Madre a los diez años


El caso de la niña rumana de diez años que dio a luz un bebé en la ciudad de Jerez puso los pelos de punta a unos y otros. Cómo una niña tan joven puede llegar a quedarse embarazada y, además, a tener el niño. Sin meternos en la conveniencia de que una chica de 10 años deba llevar o no su embarazo adelante, lo que sí es cierto es que se nos plantean muchas dudas acerca de la manera en que una madre tan precoz puede hacerse cargo de las responsabilidades que comporta el tener un hijo. Y es que ni tan siquiera estamos hablando de un embarazo adolescente, de lo que aquí hablamos es de madres que ni siquiera han dejado de jugar con muñecas.

Puede que este caso te parezca raro, una excepción. En realidad así es… pero cada vez menos. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2008 se incrementó el número de menores de 15 años embarazadas. Unas 500 decidieron abortar y otras 175 continuaron con su embarazo. Los casos de estas madres extremadamente jóvenes encienden algunas alarmas sobre nuestro sistema social y, sobre todo, sobre la situación de estas niñas a las que no les tocaba ejercer de madres. En muchas ocasiones, detrás de un embarazo precoz se esconde una historia de abusos sexuales o irresponsabilidades paternas.

Tener un hijo a una edad tan temprana implica que serán los padres de la madre (abuelos del recién nacido) quien se ocupen de la custodia; pero además conlleva responsabilidades que chicas tan jóvenes difícilmente sabrán asumir. Y si lo hacen tendrán que sacrificar, no ya su infancia, sino también sus estudios y su futuro. En Brasil ocurrió un caso parejo al de Jerez, esta vez con una niña de 9 años embarazada de gemelos fruto de una violación. Los médicos consideraron que la menor no estaba preparada físicamente para hacer frente a un doble parto, por lo que finalmente se le practicó un aborto. Cuando una madre demasiado precoz se dispone a dar a luz es probable que surjan complicaciones en el parto o que se tenga que practicar una cesárea. Y es que, si la madre no está lo suficientemente desarrollada, también el feto puede verse afectado. En cuanto a las implicaciones psicológicas, es evidente que una niña que ni tan siquiera ha pasado por la adolescencia difícilmente podrá asumir su papel como madre.

Cierto es que la niña de Jerez no se encontraba escolarizada, pero a día de hoy la solución pasa por la educación desde la edad más temprana a manos de colegios, instituciones y, como no, en el mismo hogar. A tenor de estos embarazos, cuanto antes se empiece, mucho mejor.

By Andrea Jaén

Fuente: educasexo

Fuente: criastiandad.com

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