martes, 16 de noviembre de 2010

Mi segundo Karma

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El día de hoy fue bastante peculiar para mi. Había quedado con ella: Sui, mi segundo karma. Ella es algo más que mi amiga, nos une algo mucho más profundo que no sé cómo explicar.En fin, ella tenía que venir a mi casa como a las dos de la tarde para que mi hermano la ayudara con un trabajo, yo le dije que la pasaba buscando. Al final teníamos ganas de vernos y dejamos de ir a nuestras universidades para encontrarnos en su casa a las ocho de la mañana.


Me recibió enpijamada con cara de recién levantada y nos fuimos a ver televisión. Ahí mismo la desnudé, ella se dejó hacer, y nos quedamos viendo Dumbo abrazados en la cama. Yo la trataba de tocar y me decía que me quedara tranquilo. Estuvimos así un rato hasta que el hambre pudo más que la flojera y nos paramos a cocinar.
Me encantaba ver su desnudez mientras preparaba la masa para las arepas —ojalá pudieran verla, es preciosa—. Ella conocía mi delirio por las cuerdas, pensaba en amarrarla a su cama y que esperara pacientemente que yo le trajera la comida, pero ella no quiso. Se sentía mal así que fue a acostarse mientras terminaba el desayuno.
Esporádicamente ella venía y me veía cocinar. A veces yo iba a su cama y la veía acostada, jugaba un poco con ella, y volvía. Una de esas veces me acosté a su lado y la empecé a tocar, sin dejar que ella me besara ni me tocara, fue muy divertido ver su cara de placer y su cuerpo retorciéndose frente a mí —fue también en ese momento que se me quemaron las arepas—. Al final le llevé la comida y comimos en la cama mientras veíamos televisión.
Luego de eso la llevé a su cuarto, la acosté y la besé. Le besé toda la piel. Ella tenía muchísimas ganas también y me hizo un oral mientras estaba sentado en la cama. Había mejorado bastante desde la última vez (también había pasado mucho tiempo desde esa vez). Cuando fue suficiente la acosté y saqué las cuerdas. Sui ya se había resignado a que tarde o temprano lo haría así que se dejo hacer.

Le amarré las piernas en “V” y las manos detrás de la espalda. Estaba preciosamente incómoda y le hice el amor. Estuvimos largo tiempo, ella me decía que era lo mejor, que no parara, que era demasiado bueno y yo condescendiente siempre accedí a sus peticiones.

Al final estábamos los dos cansados y abrazados en la cama, me puse a practicar con ella algunas posiciones y algunas técnicas, en particular cómo amarrar su cabello con la cuerda. Me pareció extremadamente fácil, así que se me ocurrió hacerle un hogtied como el de la foto. Por supuesto, menos artístico pero toda la idea estaba ahí. Ella, por su falta de experiencia, no pudo mantener la posición por mucho tiempo. Le tomé fotos, pero las borró antes de que pudiera quitárselas. Será para una próxima vez…

Luego de eso y de jugar un rato más, se bañó. Al salir, solo cubierta con el paño, fue a la sala y nos besamos largamente. Teníamos que irnos, pero eso no impidió que me lanzara contra el sofá y lo hiciéramos de nuevo, yo sentado y ella cabalgando sobre mí. Fue una experiencia inolvidable, si hubiera sido por nosotros, aun estaríamos ahorita haciendo el amor.
Espero que no sea la ultima ves Sui....

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