Mi nombre es Fabricio tengo 22 años. Mi primera experiencia sexual fue a los 18 años con mi vecino. Él es un chamo atractivo y caballero. Era uno de mis amigos en el edificio y nos conocíamos desde pequeños. Un día que sus viejos se fueron de viaje, él me llamó para pedirme el favor de ayudarlo a instalar un juego en su computadora y con gusto me vestí y me fui a su departamento.
Al llegar, comenzamos a hablar pajita y a tomarnos unas curdas. Al terminar de instalar el juego nos quedamos compartiendo un rato, entre risas y algunos tragos nos fuimos entregando el uno al otro. Ninguno habló, sólo nos dejamos llevar por ese buen momento. Él fue tan maravilloso que no se me hizo difícil entregarme a él.
Estábamos sentados en el suelo y de un momento a otro él salto sobre mí, comenzó a besarme la oreja —uno de mis puntos débiles— dejándome indefenso ante cualquier ataque de su parte. Recuerdo que sólo metí mis manos entre su camisa para acariciar su definido pecho y sin hacer gran cosa nos acostamos en el sofá. El momento era perfecto, la situación era perfecta y yo no me negaba a experimentar. Era algo totalmente nuevo para mí pero lo estaba disfrutando tanto que él se enfocó en darme placer. Luego, comenzamos a quitarnos el resto de la ropa, él me decía que no haría nada que los dos no disfrutáramos.
El fuego se encendió nuevamente, más aún cuando logré verlo totalmente desnudo; en ese momento descubrí que sentía demasiada atracción por los hombres y sólo podía pensar en que me hiciera suyo. Todo se dio con tanto amor que ni siquiera sentí dolor, es que únicamente me concentraba en sentir sus besos exquisitos, besos que disfrutaban del placer de recorrer toda mi espalda y en llegar hasta mi cuello, esos besos son los que nunca podré olvidar y tampoco sus fuertes manos posadas sobre mi cadera.
Luego de acabar, nos quedamos acostados allí viéndonos fijamente a los ojos sin decir ni una sola palabra durante un rato. Desde ese día lo amo, nos establecimos en una relación y todavía seguimos juntos. Creo que ninguna mujer me llenaría como me llena él en todos los sentidos.
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